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Lo demás es silencio.

Bécquer o la emoción hecha poesía

Debo decir que no siento especial inclinación por el verso. Obligado es reconocer, sin embargo, el genio poético de Gustavo Adolfo Bécquer, sevillano bohemio, torturado, de imaginación desbordante y desbordada por las quimeras del amor, las amadas y las amantes. Escritor, dibujante y poeta, sin duda son sus Rimas la cúspide de su arte. Su rima XI es la pura descripción del idealismo, la eterna búsqueda de aquello que jamás encontraremos; el deseo es deseo de lo inalcanzable, y así lo expresa el genio andaluz:


—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
—No es a ti, no.

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro:
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
—No; no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz.
Soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
—¡Oh ven; ven tú!

Perseguir un imposible, vagar tras un ideal; cosas que suelen ser recompensadas con más dolores que alegrías y con más decepciones que victorias. Un defecto del que nunca aprenderé. Porque... no siempre la razón tiene razón.


2 comentarios

vane -

Depende de lo que se persiga, puede ser imposible o no.
Si persigues algo de lo que realmente estás convencido y quieres,lo alcanzarás.
Créeme,lo digo por experiencia...jeje.

Israel -

Siempre me ha encantado Becquer, al menos desde los 14 años, momento en que lo descubrí gracias a su leyenda "El monte de las ánimas".

Luego seguí leyendo el resto de sus leyendas y he de decir que disfrutaba leyendolas en la cama, a la luz de la mesita e imaginandome el órgano de la catedral (eso es de otra de sus leyendas)

Y como no, sus rimas. Puede no gustarte la poesía (de hecho a mi no me gusta) pero es imposible resistirse al mejor representante del romanticismo español, a pesar de que en sus tiempos el romanticismo ya estaba pasado de moda.

Además, que un tío que era; tan guapo, con ese pelo, esa perillina, y que cuando tosía expetoraba sangre... es el mejor reclamo para el romanticismo!!!

Y como no... murió de amor.