Cambio climático: la falacia global
En Marzo se emitió en el Canal 4 británico un documental llamado precisamente El gran fraude del calentamiento global. En él se atacaban directamente todas las presunciones que apoyan hoy en día a) la existencia de un cambio en el clima terrestre a gran escala y b) la responsabilidad humana en dicho cambio. Uno de los principales objetivos contra los que arremete el documental es la película Una verdad incómoda del vicepresidente Al Gore.
Lo que sigue es una traducción de los principales argumentos del documental, extraídos de la página del Canal 4.
- En la historia de 4.500 millones de años de la Tierra ha habido una larga sucesión de cambios climáticos. En la historia más reciente ha habido una mini-edad de hielo alrededor del siglo XVII, cuando el Támesis entero se congelaba e incluso podían organizarse eventos sobre el hielo; un Periodo Cálido Medieval, entre el 1.000 y el 1.300, con temperaturas mucho más cálidas que hoy en día; y aún antes, en el Holoceno, el periodo más cálido de los últimos 10.000 años. Y entonces no emitíamos CO2 a la atmósfera...
- Entre los años 40 y 80, las temperaturas experimentaron una bajada mundial a pesar de que durante esa época y debido a la enorme aceleración industrial, se habían disparado las emisiones de CO2. En la época se habló muchísimo del enfriamiento global y hay documentales alarmistas iguales a los que tenemos hoy en día, pero con la palabra enfriamiento en lugar de calentamiento.
- Muestras de hielo polar demuestran que los aumentos de dióxido de carbono aumentan con 800 años (¡) de retraso respecto a la subida de las temperaturas. Evidentemente, es imposible que el efecto preceda a la causa.
- El efecto invernadero... En fin. Un proceso que se da en cualquier cuerpo con atmósfera, que básicamente consiste en un aumento de las temperatura atmosférica debido al calor del sol atrapado por algunos gases. La vida en la Tierra como la conocemos probablemente no habría existido de no haber sido por nuestro amigo el efecto invernadero, ya que al parecer la temperatura en nuestro planeta sería de 22 ºC.
- Parece ser que si el efecto invernadero se hubiese disparado actualmente como se afirma, la Troposfera (la capa a unos 10-15 km de altura) se calentaría antes que la superficie del planeta. Pues bien, esto no ocurre.
- Las emisiones de CO2 de origen natural superan con mucho a las nuestras. Las emisiones volcánicas, animales, bacterias, vegetación en proceso de descomposición y océanos producen varias veces más CO2 que toda la humanidad.
- Otro argumento en contra de los gases de efecto invernadero es el propio Sol. La actividad solar no es constante, como puede comprobarse por el estudio de las manchas solares. La actividad del Sol correlaciona de forma muy precisa con los cambios climáticos de los últimos 100 años (incluido el bajón de temperaturas de los años 40 a 80).
- En los 80 se produjo una alianza entre la derechista Margaret Thatcher y las izquierdistas organizaciones ecologistas para alertar contra el uso de energías fósiles debido al peligro del cambio calentamiento global. Parece ser que Thatcher no quería depender del petróleo de Oriente Medio ni del carbón de los rebeldes mineros ingleses, por lo que toda la campaña fue una forma de concienciar a la opinión pública de las bondades de una fuente de energía mucho más deseable: la energía atómica.
- Se señala también que muchos científicos aprovechan la histeria sobre el calentamiento en su propio beneficio: para recibir fondos de investigación fáciles, se centran en un tema de su área de conocimientos que tenga que ver mínimamente con el calentamiento global. De esta forma, proliferan los artículos y las investigaciones sobre la influencia en el calentamiento global de casi todo cuanto existe.
Enlazando con el tema, el otro día salió en la La Nueva España una entrevista con Antón Uriarte, Doctor en Geografía, en la que se habla sobre el calentamiento global, el efecto invernadero, el deshielo de los polos, etc. Algunos extractos:
-¿No hay sequía en África?
-No. No ha aumentado. Es una gran mentira. Eso se comprueba no sólo con pluviómetros, sino con fotografías de satélite en las que se ve, por ejemplo, que el Sael está ahora más verde que en los años ochenta. Disminuyen las lluvias entre 1950 y 1980, y luego se recuperó.
-¿Se derriten los polos?
-Tampoco. Hay que distinguir entre el Ártico y la Antártida. En el Ártico, que es un hielo marino que tiene 2 o 3 metros de espesor medio, sí que hay una tendencia en los últimos años a que en verano se deshiele un poco más que antes y en invierno se hiele un poco menos. Pasa de 15 millones de kilómetros cuadrados a 5 o 3 millones todos los años. A la gente se le transmite la idea de que va desapareciendo el hielo, pero todos los años hay esto.
La entrevista completa aquí.
En resumidas cuentas: ¿hay actualmente un cambio climático causado por el hombre? Hoy por hoy parece que... ni sí ni no, sino todo lo contrario.