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Lo demás es silencio.

De dónde viene el nombre de este blog

Hamlet de William Shakespeare, Acto V, Escena I. En un salón de banquete casi todo el mundo agoniza o está ya muerto, incluido el propio Hamlet, que se despide de su fiel amigo Horacio. En ese momento suenan trompetas y disparos y entra Osric, un cortesano:

OSRIC: El joven Fortimbrás, regresando vencedor de Polonia, lanza estas salvas bélicas para los embajadores de Inglaterra.

HAMLET: Ah, me muero Horacio; el poderoso veneno me abruma el espíritu, no puedo vivir para oír las nuevas de Inglaterra, pero profetizo que la elección recaerá en Fortimbrás: él tiene mi voto agonizante: díselo así, con los sucesos, mayores y menores, que me han impulsado... Lo demás es silencio (Muere.)

¿A cuántas personas mató Jack el Destripador?

Todo el mundo ha oído hablar de Jack el Destripador y, precisamente por ello, casi todo lo que creemos saber de él es... totalmente falso.

Jack aterrorizó Londres durante unas 10 semanas de 1888 (y no durante varios años, como se suele afirmar). Sus primeros crímenes no llamaron demasiado la atención; pero cuando los diarios de la época comenzaron a seguir de forma exhaustiva el caso, Jack se convirtió en lo que hoy llamaríamos un fenómeno mediático. Supongo que la alta sociedad hablaría de sus atrocidades en reuniones informales, con una mezcla de terror y fascinación, mientras los desheredados de los barrios bajos sentirían poca fascinación y sí bastante espanto ante la perspectiva de una nueva calamidad que se unía a las muchas que ya debían abrumarles.

El Destripador se complacía en asesinar prostitutas, movido por sabe dios qué pensamientos y motivaciones. De nuevo gracias al cine nos imaginamos que sus víctimas fueron atractivas jóvenes de labios sonrosados, atacadas por un desalmado en un callejón oscuro... uno casi puede imaginar el hallazgo de las chicas, igualmente bellas tras la muerte y con un pequeño charco de sangre bajo ellas. Pues bien, la realidad fue bien distinta. Las víctimas de Jack fueron pobres mujeres que se veían obligadas a la prostitución para sobrevivir, señoras de mediana edad, entradas en carnes algunas, tuberculosas otras, desdentadas la mayoría, casi todas alcohólicas o en camino de serlo, y, en general, infinitamente menos atractivas de lo que nos sugiere nuestra imaginación. Las escenas del crimen fueron mucho más horribles que las que haya mostrado cualquier película (tal vez Desde el Infierno se aproxime ligeramente a la realidad), y no hay charco de sangre que pueda igualarse a lo que Jack les hacía a aquellas mujeres. La imagen que tenemos de casi todo tiene bien poco que ver con la realidad...

Pero me estoy desviando del tema. ¿A cuántas personas mató Jack el Destripador? Creo que será mejor repasarlas una a una:

- Mary Ann “Polly” Nichols, muerta el 31 de Agosto de 1888. Una prostituta 45 años, alcohólica, asesinada con algún tipo de cuchillo. La primera víctima del Destripador.
- Annie Chapman, “Dark Annie”, prostituta de 46 años, asesinada de forma brutal en el patio trasero de una casa el 8 de Septiembre de 1888. En este crimen ya está presente la firma del asesino, presente en todos los crímenes posteriores (para no entrar en detalles escabrosos, baste decir que el sobrenombre de Jack describe perfectamente sus costumbres). Las heridas parecen hechas con diversos instrumentos, alguno de ellos posiblemente de uso médico. Comienzan las habladurías sobre el asesino...
- Elizabeth Stride, “Long Liz”, prostituta de 45 años. Un vendedor de joyas llamado Louis Diemschutz encontró su cuerpo (aún cálido) en un callejón el 30 de Septiembre de 1888. Generalmente se cree que la llegada de Louis hizo huir al Destripador, que no puso terminar su “obra”. Frustrado, el asesino se encontró esa misma noche con...
- Catherine Eddowes, “Kate Kelly”, también prostituta de 46 años, a la que atacó y mató brutalmente. Dado el estado del cuerpo es de suponer que Jack descargó su cabreo con ella.
- Mary Jane Kelly, “Ginger”, de 25 años (huelga decir que era prostituta, como las demás), asesinada el 9 de Noviembre de 1888. De todas las víctimas, la pobre Mary Jane fue la más castigada por el salvajismo del asesino. Ella fue también la última víctima de Jack el Destripador.

“¿Y ya está?”, exclamará más de uno al leer esta breve lista. Pues sí, ya está. En el Londres de finales del habría sin duda multitud de agresiones, crímenes y asesinatos al cabo del año, igual que ocurre sin duda en toda gran ciudad. Evidentemente, antes y después de los asesinatos aquí mencionados hubo otros, que no tardaron en ser atribuidos a Jack el Destripador por la prensa, la policía, algún lunático o los propios ciudadanos; hasta 13 asesinatos más se le han atribuido en algún momento de la historia. Sin embargo, a lo largo de los años estas cinco víctimas han sido atribuidas con bastante seguridad al asesino en serie más famoso de todos los tiempos. Cinco víctimas, sólo cinco, para forjar toda una leyenda.


Más información:
Una excelente página sobre todo lo referente al Destripador (en inglés): http://www.casebook.org/index.html

El 10% de nuesto cerebro

El 10% de nuesto cerebro

Yo cuando alguien me dice que sólo usamos el 10% del cerebro, hago un primer intento por hacerle ver que se equivoca. Si persiste con su burrada, invariablemente le tranquilizo diciendo que está en su derecho seguir utilizando la cantidad de cerebro que desee.

Iba a entretenerme explicando un poco de qué va este mito, pero a estas alturas es imposible que alguien no haya oído alguna vez esta afirmación. El caso es que según la cultura popular (“cultura” y “popular” son términos incompatibles, ya lo sé) el ser humano sólo hace uso del 10 % de su cerebro para desenvolverse en la vida. ¿De dónde ha salido semejante atentado contra la lógica? ¿Cómo es posible que nadie proteste cuando escucha una falacia de tamaño calibre? Vayamos por partes.

Los orígenes de este mito son confusos. El cerebro ha sido desde siempre “ese gran desconocido” del cuerpo humano, la sede del alma, la conciencia, las emociones y las películas de Stanley Kubick. A lo largo de los siglos se le han asignado multitud de funciones que, por decirlo brevemente, nunca existieron. Desde hace milenios se practican trepanaciones para extraer los “malos espíritus” que según multitud de culturas invadían nuestro cerebro. Descartes dijo que la glándula pineal era la sede del alma humana (dudo que fuera él quien lo dijo y pienso que más bien se limitó a defender la idea). Etcétera.

El mito emerge periódicamente en radio, televisión, periódicos, etc. La falacia del 10% es utilizada frecuentemente por psíquicos, curanderos, videntes, adivinos, brujas, pseudocientíficos y demás mercachifles como una explicación para sus increíbles poderes y capacidades. El argumento es bien sencillo: cuando el porcentaje de cerebro utilizado comienza a ascender, aparecen nuevos poderes sobrehumanos; si todos aprendemos a utilizar nuestro potencial, la humanidad dará un gran salto y bla bla bla. Por supuesto, para dar este gran salto es necesario comprar el libro o DVD que nos ofrece el charlatán de turno. Creo recordar que en alguno de los libros que existen sobre Uri Geller vuelve a aparecer mencionado el mito. Las pseudociecias y los charlatanes han hecho más por extender este mito que lo que habrían conseguido veinte universidades. El propio William James, filósofo, psicólogo, dijo en 1908 que "estamos haciendo uso solamente de una pequeña parte de nuestros posibles recursos mentales y físicos" (The Energies of Men, p.12). Una frase que, malinterpretada, da lugar a burradas como la que ahora nos ocupa. ¡Y Bart Simpson lo decía en el capítulo en el que se hace adicto al Focusín!

Evidencias en contra de esta chorrada:
- las técnicas de neuroimagen funcional como el PET o TEP (Tomografía por Emisión de Positrones) y la RMF (Resonancia Magnética Funcional) demuestran que utilizamos TODO el cerebro. Estas técnicas permiten saber qué parte del cerebro está siendo utilizada en un momento dado. Evidentemente no usamos todo nuestro cerebro a la vez (del mismo modo que no utilizamos todos nuestros músculos a la vez), sino en momentos diferentes dependiendo del tipo de tarea que estemos haciendo.
- A ver, si sólo utilizamos el 10% de cualquier cosa... ¿para qué tener el 90% restante? No sé... sería algo así como utilizar sólo nuestro dedo índice derecho y seguir cargando con los otros nueve a pesar de ser apéndices inútiles.
- Si sólo utilizásemos un pequeño porcentaje del cerebro, ¿para qué esta dividido y especializado en zonas y tejidos bien diferenciados? El cerebro no es una masa uniforme, sino más bien un conjunto de estructuras especializadas que se unen para formar un todo. El cerebelo, el tronco cerebral, el hipocampo o el cuerpo calloso son ejemplos de la gran variedad de “piezas” que lo componen. De ser cierto el mito del 10%, el cerebro debería ser una masa indiferenciada.

El sentido común (si es que existe) y la lógica (que tiene que existir por lógica) nos dicen que este tipo de chorradas que circulan por el mundo han de ser falsas a la fuerza. Por desgracia no es frecuente utilizar ni lo uno ni lo otro... Y de esta forma se extienden y se mantienen sandeces así. O como la de no bañarse después de comer, de la que me ocuparé otro día...

Más información:

El mito del 10% en Snopes.com (en inglés): http://www.snopes.com/science/stats/10percnt.htm

Técnicas de neuroimagen funcional (PET, SPECT, RMF): http://www.psicoactiva.com/atlas/cerebro.htm

Atlas del cerebro: http://www.psicoactiva.com/atlas/cerebro.htm

Inauguración

Bien, bien...

Declaro abierto el blog Lo demás es silencio, donde periódicamente debería aparecer noticias y pensamientos interesantes. Me interesan muchos temas y soy bastante impredecible, así que aquí podrá encontrarse cualquier cosa: física, historia, cine, literatura, zoología, astronomía, anécdotas, frases curiosas, leyendas urbanas y sabe dios qué más.

Vaya, suponía que se me ocurrirían más cosas al escribir la presentación de mi propio blog...

Por cierto, a ver si alguien me dice de dónde viene el nombre de este blog (es para animaros a dejar vuestros comentarios, que siempre serán bien recibidos).